- Decanos, docentes y líderes del sector educativo de Bogotá compartieron sus puntos de vista en el panel ‘Formación de docentes para la transformación pedagógica y el cierre de brechas educativas’, organizado por el IDEP el pasado 7 de febrero.
El Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP), se sumó a la discusión sobre la reforma a la carrera docente y el Sistema Nacional de Formación de Maestras y Maestros en Colombia, que lidera actualmente el Ministerio de Educación Nacional.
En el marco de un encuentro para dar a conocer su nueva agenda de investigaciones y los programas que desarrollará durante el 2023, la directora del IDEP, Cecilia Rincón Verdugo, convocó a decanos de programas de formación, educadores y representantes de la Secretaría de Educación del Distrito, para dialogar sobre la formación permanente de docentes y el papel que debe tener la investigación y la innovación en la escuela.
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“En el IDEP siempre hemos pensado en cómo enriquecer el oficio del maestro que es enseñar, y lo hacemos a través de la investigación en el aula, pues es el epicentro de todas sus indagaciones, de los aprendizajes de sus estudiantes y de las interacciones”, explicó la directora durante el panel.
Fortalecer el papel de enseñantes
Omer Calderón, decano de la Facultad de Ciencias y Educación de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, a la cual asisten más de 1200 docentes en formación, afirmó que en los últimos años ha evidenciado dificultades con el nivel académico de los estudiantes, principalmente por cambios en el enfoque que han tenido los procesos de formación de educadores.
“Hay un énfasis marcado en temas de metodologías, innovación y tecnología que están supeditando las disciplinas de enseñanza y del conocimiento. Y se está pasando por alto que nuestro papel como maestros es dominar, apropiar y transmitir el conocimiento que ha producido la humanidad en los diversos campos de las ciencias las artes y las humanidades”.
Calderón afirmó que se debe fortalecer el carácter de enseñantes que tienen los maestros, por encima de las tendencias de innovación pedagógica, y privilegiar la habilidad de problematizar los contenidos de la educación en una perspectiva didáctica.
En esa misma vía, Sandra Marcela Durán Chiappe, decana de la Facultad de Educación de la Universidad Pedagógica Nacional, recalcó la necesidad de darle un nuevo reconocimiento a la labor docente. “Nos preocupa que en las políticas públicas se ha priorizado la categoría de aprendizaje, que es fundamental, pero que ha ocultado la categoría de enseñanza y eso invisibiliza la categoría del maestro”, aseguró.
Conectar los conocimientos con el contexto
Otro punto clave en la discusión tuvo que ver con la pertinencia de la formación que están recibiendo los docentes. Sobre este panorama, Natalia Pinilla docente y ganadora del Premio a la Investigación e Innovación Educativa en dos ocasiones, afirmó que la realidad de lo que pasa en la escuela en muchas ocasiones dista de lo que se aprende en las licenciaturas y esto termina afectando la pertinencia de la educación en las aulas.
Pinilla planteó que uno de los retos actuales en formación docente es “revisar cómo forman las facultades (a los docentes) para darle plasticidad al ejercicio pedagógico”, y destacó la enseñanza de procesos de escritura y sistematización en las universidades para hacer más visibles las experiencias que tienen los profesores los colegios.
Al respecto Nataly Romero Luengas, representante de la dirección de Formación de Docentes e Innovaciones Pedagógicas de la Secretaría de Educación del Distrito, fue enfática en señalar la importancia de promover el liderazgo democrático en los procesos de formación de docentes, para darle la voz a los diferentes actores que están en la escuela.
“Hemos concentrado nuestros programas de formación permanente en reconocer que cada estudiante es una persona única y diferente. Como maestros y maestras podemos aportar en esa tarea, porque todos y todas tenemos saberes, que si los intercambiamos, fortaleceremos lo que pasa al interior de la escuela y también el contexto que la rodea”.
Omer Calderón reconoció que iniciativas como Viva la Escuela, creada por el MEN para que estudiantes universitarios y normalistas apoyen procesos educativos en escuelas y entidades territoriales de todo el país, son un gran potencial de apoyo a la enseñanza de los futuros maestros.
“Es una política estratégica que va a girar en torno a la enseñanza que los maestros hacen en los sectores con más brechas de aprendizaje. Va a tener mucho impacto. En la universidad Distrital tenemos inscritos 54 estudiantes y creo que hay que mirarla rápidamente para desarrollarla también en Bogotá, con la Secretaría de Educación y con las más de 16 facultades de educación que tiene la ciudad”.
¿Incluir o no la investigación en el aula?
El otro punto de discusión en el foro giró en torno al papel que debe tener la investigación y la innovación en los procesos de formación de maestras y maestros. Al respecto la decana Sandra Marcela Durán afirmó que la actividad investigativa no debería ser una condición obligatoria para el docente, como si lo es el hecho de enseñar bien.
“Lo más importante es que el maestro sea bueno y hacia allá van nuestros procesos de formación, pero no se deja de ser maestro por dejar de investigar”. No obstante, explicó que tanto defender la experiencia y el saber del maestro, como producir conocimiento pedagógico, son dos escenarios necesarios para la educación actual.
Para la docente Natalia Pinilla el hecho de no publicar conocimiento o incluso el tener formación posgradual “no es ser mal docente”, pero q “investigar permite ver la pertinencia de ser maestros y hace que la escuela sea vigente y un lugar de construcción pedagógica”.
La directora del IDEP y moderadora del panel, Cecilia Rincón Verdugo, manifestó que es importante considerar los procesos investigativos en la reforma curricular que plantea el MEN, pues esto permitirá que el docente asuma un estilo profesional más rico.
“No queremos decir que la razón esencial del maestro no es la enseñanza, pero lo que queremos es enriquecerla, así como sus metodologías, y que el maestro asuma un estilo profesional diferente basado en su saber pedagógico y disciplinar. Cuando un maestro investiga no vuelve a ser el mismo”, concluyó.
Sandra Durán precisó que es indispensable que el maestro comprenda el propósito de la investigación para evitar que esta se ponga por encima de la labor docente. “Cuestiono la investigación que no reconoce el saber pedagógico o la que está por encima del maestro”.
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David Esteban Pineda Velandia
Redactor IDEP
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